¿Necesitas información sobre Tizona, la espada del Cid Campeador? Estás en el lugar adecuado. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta espada libertadora que hizo temblar a España, ¿mito o realidad? ¿Era el Cid Campeador el señor de la guerra del siglo XI? A continuación, te hablaremos sobre la realidad y leyenda de Rodrigo Díaz de Vivar y su espada Tizona.
“En silencio, intensamente llorando, volvía la cabeza, los estaba mirando” Este es el comienzo del Cantar del Mío Cid, un relato épico que cuenta las hazañas del Cid Campeador. Cuenta la historia desde su destierro hasta la venganza contra los Infantes de Carrión y su muerte en el Día de Pentecostés. Este cantar elevó a Rodrigo Díaz de Vivar como héroe nacional, caballero impoluto y símbolo a lo largo de la historia.
La Tizona, una espada que simboliza la Reconquista
Rodrigo Díaz de Vivar fue un auténtico guerrero que se forjó en el campo de batalla. Destacaba por su gran capacidad táctica y su espíritu luchador que lo convirtieron en uno de los mejores guerreros de la historia, recordado hasta hoy en día. Pero las leyendas y los mitos siempre han rodeado a este personaje histórico que se sirvió de su carácter luchador para lograr ser uno de los caballeros castellanos más ricos del siglo XI.
Estas hazañas del Cid fueron recogidas en muchos libros antiguos y cantares, como es el caso del Cantar del Mío Cid, en el que siempre se acompaña de sus espadas, como es el caso de la Tizona. Las más conocidas son Tizona y Colada, con las que Rodrigo Díaz de Vivar logró su dominio en el Levante español, al frente de un grupo de luchadores que le siguieron fieles hasta la muerte, nos explican en Armas Medievales, tienda online perfecta para ti si eres coleccionista, amante de la decoración o aficionado al Larp o el rol en vivo. La tienda está ubicada en Madrid y está especializada en armas medievales.
¿Fue la Tizona realmente la espada del Cid?
La tradición literaria, que se centra principalmente en el Cantar del Mío Cid, donde se relatan las gestas del Cid Campeador, se refiere a dos de sus espadas, Tizona y Colada, las armas de lucha que usó Rodrigo Díaz de Vivar en sus combates contra árabes y otros castellanos.
Tizona, es una espada que mide 93 centímetros atribuida al Cid y que, supuestamente, se la regalaron después de una batalla. Según diferentes estudios históricos, la espada Tizona y El Cid convivieron coetáneamente en el mismo periodo, pero no es fácil saber si realmente empuñó esta espada. Según estos estudios, hay muchas sospechas de que el guerrero castellano tuvo en sus manos esa espada forjada, Tizona, probablemente en Sevilla.
La espada Tizona, que se conserva en el Museo de Burgos, no es la original, debido a que cuando se creó, la empuñadura fue cambiada. Son muchos los misterios que rodean a la historia de Tizona, supuestamente la espada de El Cid.
Después de mucho tiempo que Tizona sirviera a Rodrigo en sus luchas, la justicia sentenció que el XVI Marqués de Falces, era el titular por herencia familiar y que podía disponer de ella. La vendió por 1,5 millones de euros en 2008 a unos empresarios de Burgos que la donaron a la Junta de Castilla y León.
El Ministerio de Cultura rechazó su compra porque no está comprobado que la espada Tizona perteneció al Cid.
El Cid Campeador, ¿leyenda o realidad?
Lo cierto es que la vida de El Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, se entremezcla con la leyenda a lo largo de los siglos, consiguiendo una imagen de auténtico héroe romántico. Es tan grande su leyenda, que durante siglos ha sido tratada como una verdad histórica. Se ha convertido en un símbolo de la Reconquista. Pero debes tener en cuenta que esta información procede de un relato literario. Por ello, hoy tiramos por el suelo varios mitos en torno al Cid, para ello, nos basamos en documentos e investigaciones históricas. ¿Quieres conocer la verdad sobre este héroe nacional?
Sus orígenes son inciertos
Los primeros años de Rodrigo son casi desconocidos. Las fuentes de la época no se ponen de acuerdo ni en el año de su nacimiento. Los historiadores calculan que fue entre 1048 y 1050 y, probablemente, en Vivar, una pequeña aldea al norte de Burgos. Se tiene esta creencia porque los documentos que existen se refieren a él como “el de Vivar”, aunque no hay ningún registro oficial que lo confirme.
Se cree que Rodrigo Díaz de Vivar era un infanzón venido a más, cuyo padre era un señor mayor que había ganado cierto prestigio defendiendo la frontera castellana. Aunque este dato parece poco probable.
Rodrigo fue enviado de joven a la corte como compañía del futuro Sancho II. Acabó convirtiéndose en su alférez en su corto reinado. Por ello, lo más probable es que el Cid hubiera formado parte de la vieja nobleza y debido a su linaje pudo tener una relación tan estrecha con los reyes de Castilla.
¿Cuál era su relación con Alfonso VI?
Sancho II, benefactor de Rodrigo, fue asesinado en 1702 en el momento que intentaba arrebatar la plaza de Zamora a su hermana Urraca. Según cuenta la leyenda, en la Jura de Santa Gadea, Rodrigo obligó a Alfonso Vl a jurar que no estaba involucrado en el asesinato de su hermano Sancho. Pero, como te hemos dicho, esto no es más que parte de la leyenda. Por ejemplo, la Jura de Santa Gadea nunca ocurrió y el nuevo rey Alfonso Vl sentía gran aprecio por el de Vivar, valoraba su destreza en la batalla y la lealtad que sus hombres sentían hacia él. Por estos motivos, lo mantuvo en la corte con todos los honores. También le entregó en matrimonio a su propia sobrina, Jimena. En la boda, el rey ejerció como padrino.
Rodrigo Díaz de Vivar fue desterrado dos veces por su rey
¿Cuáles fueron los motivos de su destierro? Según los escritos, fue hacer jurar al rey, que se consideraba como un insulto lo que llevó a Rodrigo a su primer destierro, pero como está demostrado que ese hecho no sucedió, no es probable que fuese el motivo real.
En realidad, Rodrigo Díaz de Vivar fue desterrado dos veces por su rey. Una de ellas debido a que durante un ataque musulmán contra Castilla, el Cid se tomó la justicia por su mano y realizó una incursión en la taifa de Toledo sin autorización del rey. Esta temeraria acción de Rodrigo tuvo repercusiones negativas, como poner en peligro las negociaciones que Alfonso Vl mantenía con Toledo para someterla sin derramamiento de sangre. Este fue el motivo de su primer destierro, pero no se le despojó de sus bienes.
El segundo destierro ocurrió en 1089, cuando por motivos casi desconocidos, El Cid no acudió al auxilio del rey, ante su llamada, o no llegó a tiempo, y este le consideró como un traidor.
¿De dónde proviene el nombre El Cid Campeador?
Rodrigo Díaz de Vivar, es conocido como El Cid Campeador. El primer apodo fue el Campeador por sus victorias en el campo de batalla como segundo de Sancho de Castilla. Y es que, como alférez, era el campeón de los ejércitos castellanos.
El nombre de Cid, lo recibió durante los años de su destierro. Esta palabra, Cid, proviene del árabe Sidi y significa “señor”. Esto prueba la buena relación que Rodrigo mantenía con las taifas y los reinos musulmanes en la península.
Ni Tizona, ni Colada, ni Babieca
Estos tres nombres están unidos al de Rodrigo y así será hasta el fin de los tiempos, pero no son reales. ¿Por qué? Porque no hay ningún documento ni registro histórico de la época que confirme que El Cid tenía dos espadas llamadas Tizona y Colada. Tampoco que tuviese una yegua llamada Babieca. El que sus espadas y caballo tuvieran nombre propio le otorgaba mayor grandeza al personaje y así aumentaba la leyenda.
¿Se vendía al mejor postor?
Según el Cantar del Mío Cid, el de Vivar se exilió en Castilla y lo hizo solo, pero un grupo de aliados leales a él, le siguió al destierro. El Cid era un gran señor de la guerra fronteriza, capaz de mantener un ejército profesional permanente para servir al mejor postor. La mayoría de los hombres que luchaban junto a él eran musulmanes a los que contrató o que se le unieron por su buen nombre por las taifas. Por ello, trascendió el nombre de Sidi, que en árabe significa “señor”.
Los escritos le consideraban un gran héroe que defendió la fe y la causa de los reyes cristianos contra los árabes que conquistaron la península. La verdad es otra, porque El Cid luchó con unos y con otros por igual.
Después de su exilio, sirvió al rey de la taifa de Zaragoza, al-Muqtadir. Y es que, el Cid vivía en la frontera y lo que le importaba era ganar un buen botín para repartir con sus hombres, conseguir tierras y favores. No le importaba a través de quién conseguía sus objetivos.
La muerte del Cid Campeador
Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador murió en Valencia, ciudad que defendió durante años contra los almorávides y que en 1099 conquistó para él mismo. Se dice que le hirió una saeta de ballesta cuando vigilaba unas murallas. Sin embargo, casi todos los historiadores afirman que murió por causas naturales. Por supuesto, es un mito que fue exhumado y montado en su caballo para ganar una batalla después de muerto. Esta debió de ser una invención de doña Jimena para hacer crecer la leyenda de su marido y reforzar así su posición como nueva señora de Valencia. Rodrigo y Jimena tuvieron dos hijas, Cristina y María. Sin embargo, en el Cantar del Mío Cid, aparecen con otros nombres que no son reales: Elvira y Sol.
Después de leer este artículo, te hacemos varias preguntas, ¿fue la Tizona la espada libertadora que hizo temblar España? ¿Mito o realidad? Y, ¿Es el Cid Campeador un héroe nacional o fue un mercenario de la guerra?