Si a cualquier persona le preguntas por tres palabras que puedan definir España, estamos seguros que un 50% incluirá la palabra Paella. Y es que no hay un plato más significativo de este país que la mítica paella. Un plato con mucha historia y que ahora tiene su propio paraíso. Pero antes, vamos a conocer de dónde viene eso de la paella.
La primera receta de paella valenciana, conocida antes como arroz a la valenciana, aparece en un manuscrito del siglo 18. A finales del mismo siglo, se trataba ya de un plato conocido en el territorio español. El nombre de paella lo recibió este plato debido a la sartén en la que es elaborado. El nombre valenciano de ésta sartén es paella que viene de la palabra latina patella. Este arroz a la valenciana o paella es originario de la marjal de la Albufera de Valencia. Los primeros platos de paella fueron elaborados con ingredientes de la marjal. Anguila, judías verdes y caracoles fueron unos de los ingredientes. Y es que, ¿hay algo mejor que una paella?
La paella valenciana
Ahora bien, si hablamos de paella valenciana. Eso es otra cosa. La Consejería de Agricultura del gobierno valenciano ha elaborado en conjunto con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arroz de Valencia, un registro de ingredientes que tendrá que llevar toda paella que quiera comercializarse bajo el nombre de Paella Valenciana. Los diez ingredientes básicos que siempre se usan general y tradicionalmente son pollo, conejo, bajoqueta (judía verde), garrofón, tomate, arroz, aceite de oliva, agua, azafrán y sal. Además de lo anterior, según la región, se admiten ingredientes como ajo, alcachofa, pato, pimentón, caracoles o el romero, variantes que «también serán aceptadas dentro de la denominación de auténtica «paella valenciana.
La paella se expandió en todo el territorio español en el que se pueden encontrar diferentes recetas de paella. Las recetas más conocidas son la receta de paella valenciana y la receta de paella mixta (carne y mariscos). Pero también existen recetas con coliflor, berenjenas y otros ingredientes. Lo que no estamos dispuestos a aceptar es la famosa receta del cocinero inglés Jamie Oliver que introdujo el chorizo. Aún recuerdo la polémica que se armó. Incluso el che recibió amenazas de muerte. Y es que esto de la paella es sagrado.
Una receta familiar
Y es que si por algo se caracteriza la paella es por su afán familiar. No hay celebración donde no exista una paella. Yo siempre recuerdo que en la casa de mis padres cuando había que celebrar algo siempre se hacía con paella. Cumpleaños, fiestas o cualquier evento ya estaba mi padre a los mandos de la paella. En este caso recuerdo que no era la tradicional valenciana, era con marisco, mejillones, pimiento rojo e incluso aceitunas. Lo que no hacíamos era comerla como dice la tradición. Es decir, todos de la misma paellera. Algo que por higiene se ha dejado de hacer.
Incluso en mi pueblo siempre se celebra el 8 de septiembre, día de la Virgen, con una paellada popular. Para ello se llama a Paellas Gigantes Rossini que son los encargados de ponerlo en marcha.
La verdad es que es todo un espectáculo y el pueblo se acerca a ver cómo la hacen. Es digno de ver los elementos y utensilios que llevan.
Su servicio de paella gigante se caracteriza por mantener un sabor casero, del de toda la vida. Un seguimiento de las recetas tradicionales, y precios asequibles para cualquier ocasión. La realizan in-situ allá donde el cliente requiera. Para ello cuentan con quemadores especiales de gas, y paelleras de un máximo de 50 comensales, haciendo tantas paellas gigantes como sean necesarias.
Las paellas gigantes propuestas a continuación son tipo «ciegas», lo que quiere decir que todo lo que ellas contienen es para comer sin mirar (sin huesos, espinas, cascaras, conchas…). Así no hay que preocuparse por posibles atragantamientos. Recuerdo que en mi pueblo hicieron una paella mixta con marisco. Los ingredientes fueron pollo deshuesado (Bonpollo 65% alimentación cereal), carne de mejillones, gambas peladas, anillas de calamar, carne de almeja, taquitos de pescado, pimientos rojos y verdes, tomate, pimiento choricero, pimentón D.O. De la Vera dulce, ajo, aceite de oliva virgen extra, sal, colorante alimentario y arroz. La verdad es que es un auténtico placer.
La verdad es que España huela a paella. Pero a ser posible hecha en fuego con leña. Y es que nada tiene que ver el sabor a cuando se hace en casa en la vitrocerámica. Ojalá sigamos todos celebrando por muchos años todas las cosas con una excelente paella. ¡Qué aproveche!