Sí, obviamente el carnaval de Tenerife es uno de los mejores de España y eso es innegable, pero no es el único. Lógicamente hay ciudades donde la tradición no está tan arraigada como en otras y, básicamente, se vive la fiesta de carnaval únicamente como eso, una fiesta donde pasarlo bien y reírte con amigos y familiares, pero también hay muchas otras ciudades donde, a pesar de no ser Tenerife y, ni mucho menos, Brasil, encontramos carnavales dignos de ser mencionados y teniendo en cuenta que ya queda poco para disfrutarlos nunca está de más hacer un repaso.
Tenerife
Un carnaval famoso en el mundo entero que consigue hacer sombra al de Río de Janeiro y que tiene una duración de, nada más y nada menos, que 5 Semanas. En ellas se dan cita concursos, festivales, conciertos y muchas actividades organizadas por el Ayuntamiento.
Las primeras referencias escritas en las que aparecen datos sobre la celebración del carnaval en esta ciudad datan de finales del siglo XVIII, aunque se cree que en realidad se celebra desde los primeros asentamientos europeos.
Ya en 1778 se hablaba de comparsas, que es el mismo nombre que se mantiene aún hoy en día para nombrar a las diferentes asociaciones. Luego, en 1783, el Corregidor vetó el uso de máscaras en la noche carnavalera ya que permitían que la alta burguesía se mezclara con el pueblo llano y la palabra rondalla aparece, por primera vez, en 1891.
Sin embargo, durate las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, los carnavales pasaron a llamarse “Fiestas de Invierno” para evitar así la prohibición de las fiestas paganas que había en esa época en España. En 1976, acabado el período franquista, la denominación de «Fiestas de Invierno» termina y vuelve el «Carnaval» aunque sólo lo hacía el nombre, la fiesta siempre había estado presente.
Si quieres viajar a Tenerife en esas fechas no puedes olvidar tu disfraz, y cuánto más original sea mucho mejor. Puedes hacerlo tú mismo, como hacen muchos allí por tradición, o adquirirlo en tiendas especializadas. En La Casa de los Disfraces aseguran que desde Tenerife tienen una demanda anual mucho mayor que en otras ciudades de España.
Cádiz
Más conocido como el carnaval del humor por sus famosísimas chirigotas, que cada año dicen “verdades como templos” volviéndose virales en Internet.
Las primeras referencias documentadas del carnaval de Cádiz datan del siglo XVI, cuando las gaditanas arrancaban flores de las macetas para lanzárselas a modo de broma. También hay referencias del soglo XVII, en un documento donde un tal General Mencos se queja en una carta de que los trabajadores se niegan a reparar su barco porque están en “vacaciones” por las fiestas de Carnestolendas.
Después, del mismo modo que ocurrió en Tenerife, ya en el siglo XVIII se prohibieron los bailes de máscaras y en el XIX siguieron celebrándose año tras año. En 1936 se celebraron los últimos carnavales antes de la Guerra Civil, que quedaron prohibidos hasta 1948, aunque hay quien seguía celebrándolos a escondidas.
El 15 de febrero de 1977 se celebró el primer carnaval en libertad.
Carnaval de Ruzafa
Ruzafa es un pueblo de Valencia que cada año celebra el Carnaval con conciertos, pasacalles, disfraces, satírica y desfiles. No es un carnaval con demasiada tradición pues en 2020 se celebrará la XX edición, pero aun así es uno de los más reconocidos gracias a la visibilidad que se da a las distintas culturas que conviven en el barrio. De hecho, es conocido como el carnaval que busca recuperar la tradición carnavalesca de los grupos de inmigrantes que tuvieron que dejar de celebrarlo a finales del siglo XIX.
Carnaval de Sitges
Sitges es una de las localidades costeras más conocidas de nuestro país, una localidad barcelonesa que se ha hecho famosa por varios motivos, entre ellos su Carnaval. Destacan especialmente la Reina del Carnaval, la Rúa de la Disbauxa o el Entierro del Carnestoltes, entre otros. Se trata de un carnaval festero que busca la diversión, la diversidad y la alegría en cada rincón del pueblo.
Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria
En las Islas Canarias saben mucho de Carnaval, y no solo por tener en Tenerife a uno de los mejores del mundo. En la isla vecina de Gran Canaria, concretamente en su capital, ha crecido mucho la fama de esta fiesta en los últimos años, gracias en gran parte a la Gala Drag Queen, toda una innovación y revolución en su momento.
La tradición de esta fiesta en Las Palmas nace a principios del soglo XVI, cuando un grupo de genoveses residentes en la ciudad instauraron la celebración del primer carnaval con tintes italianos. Para evitar la censura, también pasaron a llamarse “fiestas de invierno” durante la represión franquista y fue en 1976 cuando se recupera el carnaval de antaño que permanece hoy en día, con sus diferencias, como el carnaval moderno.