“Un hilo de agua que cae de una llave imperfecta; un hilo de agua, manso y diáfano, que gorjea toda la noche y todas las noches cerca de mi alcoba; que canta a mi soledad y en ella me acompaña; un hilo de agua: ¡qué cosa tan sencilla! y, sin embargo, estas gotas incesantes y sonoras me han enseñado más que los libros.
El alma del agua me ha hablado en la sombra el alma santa del agua y yo la he oído, con recogimiento y con amor. Lo que me ha dicho está escrito en páginas que pueden compendiarse así: ser dócil, ser cristalino; esta es la ley y los profetas; y tales páginas han formado un poema
yo sé que quien lo lea sentirá el suave placer que yo he sentido al escucharlo de los labios de sor acqua; y este será mi galardón en la prueba, hasta que mis huesos se regocijen en la gracia de dios”.
A quien va a leer. Amado Nervo.
Tenemos la cura y a veces no nos damos cuenta. Alivia la fatiga, evita el dolor de cabeza y las migrañas. Y es que en la mayor parte de los casos, los dolores de cabeza se deben a la deshidratación. ¿Sabes por qué te duele el tarro un montón cuando estás de resaca? Pues por eso, por la deshidratación. El alcohol produce este efecto. Al beber, se deshidratan las meninges y duele la cabeza. Un secreto, es beber agua entre copa y copa, o no beber, pero con los tiempos que corren, no me atrevería yo a pedirte tanto.
Pero es que además, el agua ayuda en la digestión y evita el estreñimiento (si no haces caquita es porque no bebes agua) ayuda a mantener la belleza de la piel (sí, es verdad, y no hay nada más bonito que una cara lavada sin nada de maquillaje), regula la temperatura del cuerpo (esos calambres son por algo, guap@), reduce el riesgo de contraer cáncer, sobre todo cáncer de vejiga y colon, mejora el sistema inmunológico, reduce el riesgo de problemas cardíacos, elimina el mal aliento (si no bebes agua el aliento te huele a culito, a cloaca, a aljaso), ayuda a perder peso y el exceso de grasa. Cuando bebemos agua, el estómago se llena haciéndonos perder un poco el apetito. El 70% de tu cuerpo es agua, y por lo tanto es fundamental para mantenerlo sano. Ayuda a limpiar el organismo y a eliminar las toxinas, y ayuda también a transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan tus células.
Agua va y agua viene…
El agua es el principio de todas las cosas, decía Tales de Mileto, el primer filósofo de la historia, y así lo deja claro Aristóteles con estas palabras: “La mayoría de los primeros filósofos consideró que los principios de todas las cosas eran sólo los que tienen aspecto material […] En cuanto al número y a la forma de tal principio, no todos dicen lo mismo, si no que Tales, el iniciador de este tipo de filosofía, afirma que es el agua, por lo que también declaró que la tierra está sobre el agua. Concibió tal vez esta suposición por ver que el alimento de todas las cosas es húmedo y porque de lo húmedo nace del propio calor y por él vive. Y es que aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso concibió tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas.” (Aristóteles. Metafísica).
Las propiedades del agua son múltiples y variadas, más aún, incontables, por eso, los profesionales de la salud, recomiendan, no solo beber agua, sino el contacto diario con este elemento. Sumergirse en el agua, nadar, zambullirse, volver a nacer. Cada vez son más las personas que deciden instalar una piscina en casa, nos dicen en Poliéster Eurosur, especializada en piscinas prefabricadas de poliéster a precios inmejorables, de hecho, a día de hoy, esta empresa es todo un referente en el sector. Las piscinas prefabricadas arrasan, aseguran, sobre todo en el interior.
Y a ti, ¿te gusta el agua o eres de los que piensas que si te lavas mucho te gastas?