Hace unos días me encapriché de un book fotográfico que le vi a una mamá de la guardería de mi hija. Le había hecho un precioso reportaje a su hijo en un estudio fotográfico especializado, se trata de este fotógrafo de bebés en Almería, Fernando Moreno, que es un encanto con los niños. La madre del amiguito de mi hija nos estuvo enseñando el Álbum y yo, cuanto más lo veía, más quería uno igual.
Y es que ya me pasó algo parecido cuando estuve buscando escuela infantil para mi pequeñaja porque entré en miles de webs de guarderías en toda España y veía las imágenes de los bebés jugando, riendo y pasándoselo bien en las páginas y pensaba que algún día podría hacerle un reportaje parecido a mi hija. De hecho, una de las escuelas infantiles que más estuve mirando fue Kid´s Garden porque en su web, kidsgardensantiago.com, tienen una presentación en la página inicial en la que van cambiando las imágenes y se ve a varios bebés realizando diferentes actividades. Me pareció de dulce la verdad.
Pero yo no quiero un reportaje donde mi niña parezca una angelito sacado de un cuadro de Rubens, ni tampoco pretendo vestirla con un tutú rosa como si fuera la princesa cisne y colocarle un lazo enorme en la cabeza para las fotos, yo lo que quiero es un reportaje gracioso, donde se vea a ella misma: con su risa, su cara de enfadada, su mirada pícara y su personalidad, para tener un verdadero recuerdo para cuando se haga mayor.
Un reportaje donde el protagonista es el bebé
Cuando veo esos reportajes donde los pobres niños y niñas parecen muñequitos de porcelana me entran ganas de preguntarles a los padres si de verdad llevan a sus hijos así por la calle. Seguramente habrá alguno que sí, pero no será el caso de la gran mayoría así que no termino de entender por qué demonios pretenden que sus hijos aparenten ser algo que no son en lo que, supuestamente, es un recuerdo para toda la vida. De hecho, tampoco quiero que el fotógrafo juegue con las imágenes que tome añadiéndole burbujitas, palomitas volando o dibujitos, me parece cursi y ridículo.
Fernando Moreno tiene en su web un reportaje fotográfico en el que el bebé aparece vestidito con un pantaloncito corto y una camisa, muy gracioso, y el único Atrezzo que utilizó para las fotografías son algunos peluches y un pequeño sofá. Ese book me encantó porque el protagonista es el niño, nada más, y sale tal cual es, con su sonrisa, con su cara de “¿pero esto qué es?” e incluso hasta con sus lágrimas si el bebé está potroso y no es uno de sus mejores días, o se cansa y se enfada y acaba llorando.
Lo que quiero decir es que adornar la escena pretendiendo hacer que el niño o la niña parezca lo que no es a mí me parece una aberración o, si no queréis verlo tan crudo podríamos decir que me parece innecesario porque lo niños ya son adorables por sí mismos así que no necesitan nada más.