Afortunadamente, cada vez existen mas empresas y ciudadanos, concienciados con la necesidad de actuar de forma urgente e inmediata para conservar nuestro planeta. La preservación del Medio Ambiente debe convertirse en prioridad para todos, si queremos mantener un equilibrio en el ecosistema y hacer del planeta un mundo mejor para todos.
Interactuando con otros congéneres innovadores y emprendedores como son nuestros amigos de Chiwawap, proveedores de productos de limpieza e higiene desechables ecológicos, he descubierto un termino de nuevo cuño. Econciencia. Es de tan reciente creación y está, tan poco extendido que, no cuenta con ninguna definición aceptada; ni sin aceptar. Sin embargo, ha captado mi atención y he decido hablar sobre el la concienciación sobre el medio ambiente y su preservación. Así, contribuyo a crear econcienciación.
Los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos, son acuciantes y aunque se pretenda mirar hacia otro lado, nos afecta a todos en la misma medida. La solución a esta serie de problemas se encuentra en las manos de todos y cada uno de nosotros. La gente de a pie juega un papel tan importante como las políticas medioambientales que desarrollan los gobiernos.
Un ciudadano no puede cambiar esas políticas ni evitar la contaminación por parte de la gran industria. Eso es obvio, lamentablemente. Sin embargo, los grandes cambios, se hacen con pequeños gestos. Acciones cotidianas llevadas a cabo diariamente, son clave para cambiar el sentido de la rueda que gira en contra del planeta. El reciclaje y la utilización de productos que sean respetuosos con el medio ambiente, son acciones y decisiones personales que corren a cargo de cada una de las personas que habitamos el planeta.
La higiene, la limpieza y la utilización de productos que sean respetuosos con el medio ambiente, no riñen en absoluto con la profesionalidad y la efectividad de su uso. Haciendo unos pequeños cambios en los hábitos de consumo y los métodos de trabajo, puede reducirse notablemente el impacto de la huella ecológica tan nociva que hemos dejado hasta ahora a nuestro paso.
Econciencia es lo que hace falta para allanar el camino y abrirse paso a un mundo, cada vez, mas sostenible y limpio. A fin de cuentas si la finalizad de un vaso de plástico es ser utilizado y desechado, ¿por qué no utilizar un vaso sostenible? La diferencia entre uno y otro no aporta nada a su uso, pero si al planeta. Lo mismo podemos decir de un producto de limpieza que en lugar de ser contaminante, sea igual de eficaz pero sin dañar el entorno. Son pequeños cambios que, realmente, no suponen nada y ayudan mucho.
Gracias a empresas econcientes e innovadoras, existe una amplia variedad de productos ecológicos de todo tipo para uso personal y profesional. Desde envases biodegradables hasta químicos o bolsas compostables. Su utilidad, es la misma que los productos habituales, pero su residuo es inferior.
Desechables, ecológicos y sostenibles
El material que más se utiliza para el envasado y la fabricación de productos desechable, es el plástico. Lo sabemos todos, lo utilizamos todos. Sin duda es un material fácil de fabricar y con muchas utilidades y aplicaciones. Pero este proceso de fabricación conlleva una serie de consecuencias negativas y poco favorables para nuestro medioambiente. El largo periodo de tiempo que conlleva su descomposición es uno de los problemas que mas afecta a los ecosistemas naturales.
La aparición en los últimos años de los desechables ecológicos que no se fabrican con plástico, va ganando terreno, gracias a la econcienciación. Los envases fabricados con materiales biodegradables son una alternativa excelente al plástico común. Pueden consumirse y utilizarse de forma segura, se degradan y descomponen rápidamente y, pueden crearse a partir de productos procedentes de los deshechos de las plantas. Al producirse con productos naturales que se encuentran en organismos vivos como la celulosa, se pueden eliminar de manera sostenible. Esto supone un posible alejamiento de los plásticos procedentes de los combustibles fósiles.
La producción de este tipo de productos, se realiza de diferentes formas. Uno de los métodos mas comunes, consiste en su extracción directa de la materia vegetal. Uno de los más utilizados son los envases fabricados con base de almidón, el conocido como ácido poliláctico que se obtiene de materias primas como el almidón de maíz.
Este tipo de materia orgánica que puede proceder de celulosa, almidones, plátano o incluso hueso de aguacate, es una excelente materia prima para producir envases desechables que se descomponen en el medio ambiente, pudiendo convertirse en abono y evitando la generación de basura que copa nuestros ciudades y mares por igual.
Las ventajas que ofrecen este tipo de envases biodegradables, empiezan en una menor necesidad de energía para su fabricación, en comparación con la que requiere el plástico. No son tóxicos a nivel humano ni contaminantes a nivel ambiental. Son mucho más fáciles de desechar y no se acumulan, puesto que se descomponen. También contribuyen a reducir la dependencia del petróleo para fabricar plásticos entre otros productos y reduce las emisiones de CO2. Lo que constituye una de las ventajas más importantes frente al cambio climático.
Limpieza ecológica y sostenible
Mantener la higiene y la limpieza es fundamental. A nivel personal y ambiental. Cuidar del planeta, pasa por cuidarse uno mismo. En el sector de la higiene y la limpieza, los químicos sostenibles, también van ganando terreno frente a lo tradicionalmente utilizado.
Afortunadamente, las grandes empresas de limpieza, van introduciendo cambios sustanciales que apoyan esta cuestión. Disponer de métodos de trabajo que minimicen el impacto medioambiental es un paso más en esto de la econcienciación. Pero no solo las empresas deben ser cuidadosos en este sentido. Nuestro día a día particular, conlleva el uso de productos de limpieza en nuestros hogares o a nivel personal. En cuestiones de higiene, la econciencia también es importante.
Este tipo de productos, se componen de sustancias que son inocuas para el medio ambiente. Esto quiere decir que, al igual que los envases, estos componentes son biodegradables y, además, cruelty free (no testados ni ensayados con animales). Identificar este tipo de productos es sencillo, hay que fijarse en los componentes descritos en la etiqueta. En su composición no deben contar con los siguientes componentes para considerarse ecológicos: fenol, naftalina, alcohol etílico, creosol, amoniaco, butoxietanol, etc.
Los componentes con los que si debe contar son aceites de origen vegetal, sulfatos de alcoholes de grasa de coco, silicatos o aromatizantes de origen también vegetal, etc.
Aunque la mejor forma de asegurarse y la mas sencilla es comprobar si la etiqueta esta homologada como tal.
Existe la creencia generalizada de que los productos de limpieza ecológicos no son tan efectivos y eficaces como los que se fabrican con químicos nocivos. Esta teoría, se desmonta sola. Antes de que dichos productos se lancen al mercado, deben ser probados en cuanto a su eficacia y utilidad. Igual que debe comprobarse que son adecuados para cumplir con los requisitos que exige el mercado.
Utilizar este tipo de productos, es un gesto muy pequeño, pero que vale mucho. Tanto a nivel domestico como profesional, los productos de limpieza ecológicos son efectivos, no suponen mayor coste que los habituales y son respetuosos con el medio ambiente. En este caso, hablamos, como sucede con los productos desechables de productos que se utilizan a diario y en cantidades ingentes. Controlar su consumo o hacerlo sostenible esta en mano de todos.
En el aspecto de la higiene personal, ocurre lo mismo. Pasarse a la higiene ecológica no supone ningún esfuerzo sobre humano. Tan solo hay que cambiar el tipo de productos que utilizamos a diario, por productos sostenibles. En este sentido, no solo gana el planeta, tu cuerpo también notará la ausencia de químicos que afectan a nuestro cuerpo de forma irreversible.
Basta con ceñirse al uso de productos que cuenten en su composición con ingredientes naturales como los vegetales. Eliminar los desodorantes en aerosol que son altamente contaminantes o adquirir cepillos y peines de materiales que no sea el plástico, no va a dañarte, al contrario.
Muchos de los productos de higiene ecológicos, contribuyen a que el propio cuerpo se estabilice y desaparezcan algunos de los problemas que sufre nuestra piel. Los agentes irritantes que se encuentran en muchos jabones o geles, no hacen si no secar la piel, obviamente, luego existe siempre una loción hidratante para arreglar el entuerto. Sin embargo, lo natural, no daña el cuerpo, ayuda a mantenerlo.
En conclusión, podemos decir que queda mucho camino por recorrer. Hemos llegado muy lejos con todo lo nocivo a nuestro alrededor. Eliminar toda esa huella puede resultar una tarea más que ardua, imposible. Pero no hay que desesperar ni rendirse. Cuanto antes tomemos conciencia y entremos en acción, más fácil será dar un giro que nos permita recuperar el bienestar y equilibrio del planeta.
No basta con sentarse a pensar que se puede hacer al respecto. Si la solución esta en la mano de cada uno y pasa por llevar a cabo estos pequeños gestos de los que hemos hablado. Cambios simples, sencillos y que no suponen ni siquiera un cambio en nuestras costumbres. Si cambiamos de lavavajillas según la oferta del mes, ¿por qué no hacerlo por uno sostenible? Al final, el objetivo, es fregar los platos. Econciencia es lo que nos falta, en nuestra mano esta crearla.