Si visitas Andalucía encontrarás platos de pescado frito como los boquerones, los chanquetes, la jibia, los chocos, la pavía de bacalao o el cazón en adobo.
También ofrece una gran variedad de marisco de calidad. No te vayas sin probar los calamares, mejillones, coquinas, almejas…
Los andaluces preparan una fritura ligera para conseguir un pescado crujiente y jugoso. En la costa malagueña puedes probar el espeto de sardina.
El espeto es la caña donde se ensartan las sardinas y se coloca junto a una hoguera de leña. En esta época las sardinas están más gruesas y sabrosas.
Los expertos explican que para hacerlas a la brasa no hace falta quitarles ni la cabeza ni la espina, porque si está entera aporta más sabor y jugosidad.
Es aconsejable embadurnar bien las sardinas de aceite para que no se nos peguen y también poner la sal antes de colocarlas en el fuego.
Aunque algunos espeteros prefieren añadir la sal una vez cocinada, pero siempre que esté todavía caliente porque es cuando se queda pegada.
Las sardinas deben formar parte de nuestra alimentación, ya que aportan beneficios. Los expertos informan que este pescado azul contiene vitamina B6, un potente aliado para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El cazón en adobo es típico de Andalucía, también conocido como bienmesabe. Esta técnica de cocina servía para romper la fibra del pescado y para conservarlo.
Hoy en día es más bien un plato que comemos porque está riquísimo. Es importante marinar el pescado como mínimo ocho horas, aunque puedes dejarlo un día entero para que se empape más del sabor.
Lo único que hay que tener en cuenta es que es fundamental utilizar ingredientes de calidad y un buen vinagre de Jerez. Hace falta una harina especial para rebozados, pero en Andalucía también se utiliza la harina de garbanzo.
Es importante comérselo al momento y no esperar, para comérselo caliente. Acompaña este plato con un tomate aliñado (aceite, sal, pimienta, comino en grano y un diente de ajo), una ensalada y una cerveza bien fría.
El bienmesabe es especialmente popular en Cádiz y se ha transmitido de generación en generación. Este plato andaluz combina cazón con un adobo cargado de sabor.
Su origen se remonta a la influencia árabe en la Península Ibérica, donde el adobo se utilizaba para conservar y sazonar carnes.
Gracias a la empresa la oruga azul, expertos en especias y condimentos, sabemos que el adobo es una mezcla de ajo, pimentón, laurel, vinagre, orégano y sal.
El cazón es el tiburón más consumido en España y es considerado el «pescado azul» de los tiburones. Puede llegar a medir hasta seis metros de largo, y tiene la carne firme y un sabor característico.
Es mucho más pequeño que la tintorera y tiene la carne blanquecina con su parte central cartilaginosa. ¡Este tiburón se pesca con anzuelo o redes!
El cazón tiene varios nombres, en Galicia lo llaman «Zapata», en Asturias «Tolla» o «Tolle», en Cantabria «Olayo», en Cataluña «Mussola Caralló», en País Vasco «Gelba», «Tolle» o «Kazoi»; en Cádiz «bienmesabe» y en la zona de Sanlúcar de Barrameda, a los más grandes «cañabota».
«Al igual que el resto de pescados, el cazón es rico en proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B y minerales», informan desde ABC.
El cazón se puede preparar de varias formas: frito, con tomate, guisado con papas, en adobo, etc. Se recomienda freírlo con aceite de oliva, porque el de girasol da menos sabor a la fritura.
Muchos chefs optan por la harina de garbanzo, para que quede crujiente. En este viaje también puedes disfrutar de los boquerones fritos o en vinagre. Es un pescado azul que se alimenta de plancton y pequeños crustáceos.
Junto a la sardina y al jurel, es uno de los tres pescados azules más consumidos en España. Suele vivir a más de 100 metros de profundidad y los mejores meses para consumir este pescado van de abril a junio.
Tiene que recorrer grandes distancias para alimentarse, por eso su cola tiene forma de horquilla, porque facilita los desplazamientos.
Se recomienda su consumo dos veces en semana porque la grasa de los boquerones tiene un alto contenido en omega 3, por lo que disminuye la incidencia de la arterioesclerosis y las enfermedades coronarias.
Este pescado azul aporta vitaminas A, B3, B9, B12, D, E y K. También es rico en minerales, calcio, fósforo, potasio, sodio, hierro, magnesio, manganeso, selenio, yodo y zinc.
El boquerón y la anchoa son el mismo pescado, pero son conservados de manera distinta. Se suele denominar boquerón cuando está rebozado, en vinagre o frito.
Pero si ha sido procesado en salazón y aceite de oliva, recibe el nombre de anchoa. Las propiedades nutricionales de ambas elaboraciones son idénticas.