Carpintería de aluminio y su mantenimiento

Mantener en buen estado la carpintería exterior de las viviendas es una de las tareas de limpieza que más pasamos por alto. Pensamos, erróneamente, que con limpiar los cristales o el frontal de la puerta, es suficiente. Craso error, aunque es cierto que, cuando se trata de carpintería de aluminio, el mantenimiento es más sencillo que en el caso de la madera. Del mismo modo que sucede con la carpintería de PVC, cada vez más utilizada, el mantenimiento del aluminio suele ser bastante sencillo, razón de más para no olvidarse del mismo y cumplir con lo necesario para que siempre luzca como nuevo.

Las cualidades del aluminio, ha hecho que se convierta desde hace años en uno de los materiales más populares para la fabricación de puertas, ventanas y cerramientos. Proporcionarle unos cuidados adecuados, contribuyen a que funcionamiento y buen estado proporcionen una vida útil más larga. Como sabemos que la mayoría pasamos por alto algunos aspectos relativos al mantenimiento y limpieza adecuados, vamos a proporcionar algunos consejos y recomendaciones al respecto.

Una de las razones de que se opte por este material para la fabricación de ventanas y puertas, es su mínimo coste de mantenimiento y su fácil limpieza. Pero no por ello, hay que olvidar prestarle la atención necesaria y dedicarle un tiempo a su limpieza. En el momento que se elige un material como este, para instalar las puertas y ventanas o cerramientos de un inmueble, se tienen en cuenta diversos aspectos, como pueden ser las condiciones meteorológicas.

Si queremos que las puertas y ventanas de aluminio duren mucho tiempo, es fundamental proporcionarles el tratamiento correcto. Resulta de lo más básico que durante la limpieza, no se utilicen productos abrasivos, al mismo tiempo que se toman precauciones respecto al uso que se le da.

Un uso adecuado, un mantenimiento acertado

Uno de los aspectos principales a tener en cuenta, es evitar los golpes y cierres brucos. Esto puede hacer que la estructura se deforme. Como es lógico esperar, al optar por instalar ventanas de aluminio, la idea es que duren el mayor tiempo posible. Por lo que tener en cuenta que los golpes fuertes pueden deformar el perfil, hay que evitar la brusquedad. Al fin y al cabo, para cerrar una puerta o una ventana, no hay que ser “borrico”.

Nuestros amigos de Alutecnic Balear, profesionales dedicados a este tipo de carpintería, nos aseguran que además, este tipo de ventanas, protegen la casa de las condiciones externas, permitiendo que se mantenga una buena temperatura interior. Por lo que preocuparse de su buen estado, es indispensable.

Algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de que el aluminio se mantenga en buen estado son las siguientes:

  • En el momento de cargar los marcos no hay que colocar peso adicional sobre ellos, puesto que el peso puede propiciar su deformación.
  • Evitar presionar las hojas de puertas y ventanas contra las corrientes de aire. Esta presión, no solo puede provocar deformaciones, también puede romperlas.
  • Al cerrar las puertas, asegurarse de que no está bloqueada, ya que puede dañar el maro.
  • En el caso de las persianas de aluminio, conviene manipularlas con cuidad para evitar desprendimientos o daños.
  • Ventilar bien la casa para evitar que se produzca condensación, sobre todo en época invernal, dado que la condensación puede afectar a la estructura.

Según los expertos carpinteros en aluminio, siguiendo estas recomendaciones de uso, unidas a una limpieza adecuada y las inspecciones periódicas, se prolonga en gran medida la vida útil de este material. En el caso contrario, es posible que las ventanas o puertas, sufran un deterioro rápido y las posibles deformaciones, eviten que los cerramientos funcionen correctamente, lo cual se traduce en una pérdida de en la calidad del material.

Antes de pasar a los consejos básicos de mantenimiento, debemos recordar que en cualquier caso, no hay nadie más capacitado para indicar el mantenimiento adecuado que un profesional de la empresa que lo instala. Consultar con los instaladores de las ventanas o cerramientos de aluminio, es la mejor manera de llevar a cabo el mantenimiento más acertado. Ellos mismos proporcionan la información necesaria así como la frecuencia en la que se debe llevar a cabo un mantenimiento más completo. Esto va en función del tipo de ventana, puerta o persiana que se instale.

En el supuesto de que durante la limpieza o inspección, se detecte algún tipo de desperfecto, mejor evitar repararlo por uno mismo y recurrir a un profesional, para solucionar el problema. No obstante, como dicen los expertos, siguiendo las siguientes pautas y consejos de mantenimiento para la carpintería de aluminio, esta seguirá en buen estado durante mucho tiempo.

Paso a paso mantenemos la carpintería

Como ya hemos avanzado, mantener el aluminio limpio y en buen estado, no resulta una tarea compleja. A pesar de ello, conviene utilizar los materiales y productos adecuados para no dañar el acabado. Siguiendo las siguientes recomendaciones, conseguiremos que la carpintería de aluminio, permanezca como nueva

Empezaremos por una limpieza periódica de los perfiles de aluminio. Basta con dos o tres veces al año. Quitar el polvo que se acumule con mayor frecuencia es una excelente idea, pero hacerlo de forma profunda solo es necesario cada cuatro o seis meses, en función de donde se viva. Tanto en ciudades como zonas costeras, puede resultar necesario hacer esta limpieza con mayor frecuencia. Esto se debe a que en estas zonas, los gases diluidos en agua, se adhieren al aluminio, en tanto que en la costa, se acumula el salitre. Esto último, provoca manchas difíciles de eliminar.

Para limpiar los perfiles de aluminio, solo es necesario utilizar agua y un jabón líquido neutro. Puede ser el mismo lavavajillas, siempre y cuando no sea en polvo. Esto puede rayar el acabado. Una esponja que no raye y un paño suave, como los de microfibra, son muy buenos para limpiar los marcos. Basta con diluir el jabón en el agua y frotar con la esponja, aclarar con agua limpia y secar con el paño. Esta es la limpieza de rutina.

En el caso de las persianas, solo hay que limpiar las lamas una vez al año y dejar que el instalador se ocupe de engrasar los mecanismos.

Los raíles y canales de desagüe, se limpian con el paño o esponja húmeda, quitando el polvo fácilmente de los elementos visibles. Cuando se trate de una limpieza más profunda, hay que comprobar que no se encuentren obstruidos. Si se acumula polvo o impurezas, ventanas y puertas no cierran bien, disminuye la aireación de la habitación y la evacuación del agua de la lluvia. Hay que corregir este problema antes de que se produzca, pues las consecuencias pueden ser importantes.

Limpiar los raíles es sencillo. Puede hacerse con la boquilla pequeña del aspirador, pasándolo por todo el canal. Para las puertas corredizas, puede ser necesario quitarlas del marco, frotar las ruedas con un cepillo de alambres fino, sin dañar el acabado y volver a colocar.

Es importante recordar que basta con una solución de agua jabonosa para quitar el polvo y la suciedad de los perfiles de aluminio. No hace falta ni es conveniente recurrir a productos abrasivos como detergentes ácidos o disolventes. Este tipo de productos pueden dañar la capa que protege al aluminio.

Igualmente, se desaconseja el uso de herramientas punzantes, con filo o cortantes. En el caso del cepillo de alambres, su uso es limitado a las ruedas, puesto que las cerdas de este material pueden dañar el marco.

Si se da la circunstancia de que en la vivienda se vaya a llevar a cabo alguna reforma, en la que vaya a ser utilizado cemento, mortero o similares, hay que proteger los elementos de la ventana. Cuando se produce acumulación de estos materiales, quitarlos resulta bastante difícil e incluso imposible. Por lo que es preferible tener precaución y tomar algunas medidas como cubrir los marcos con cinta de carrocero o similar. Si quedará algún resto, mejor intentar quitarlo con una espátula de madera o plástico, nunca con espátulas metálicas.

En cuanto a las partes móviles y sometidas a fricción de puertas y ventanas, requieren lubricación. En este caso, los mecanismos de apertura como las cerraduras y bisagras que componen las ventanas y puertas, pueden necesitar que sean engrasados. Por lo tanto, tras realizar la limpieza, conviene procede a la lubricación de estos mecanismos. Dar el aceite o grasa con un pincel para alcanzar todos los rincones y que el mismo, este libre de ácido. El engrasado no debe ser excesivo, de manera que se prevengan manchas, ante alguna salpicadura, pasar un paño, retirar la mancha y el exceso de grasa.

Para finalizar, los profesionales aconsejan realizar un control visual sobre la carpintería de aluminio, incluyendo perfiles y cristales. Una vez asegurado que todo se encuentra en perfecto estado, comprobado que los sellados están correctamente y no hay grietas en los cristales, se puede dar por finalizada la tarea de mantenimiento.

En cualquier caso, como ya hemos repetido anteriormente, ante cualquier tipo de desperfecto, lo mejor es contactar con el servicio técnico y que sean los profesionales, quienes se ocupen de resolver el problema.

 

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