La Vijanera de Silió, una forma diferente de despedir el Año Viejo

Cuando llegan las Navidades y el Fin de Año, muchas son las personas que tienen la suerte de poder disfrutar de unos días de descanso y vacaciones, y a veces nos preguntamos qué podemos hacer que sea diferente a lo de otros años, simplemente para no caer en la rutina de hacer todos los años lo mismo. Y buscando, encuentro una noticia que me ha llamado poderosamente la atención. En el término municipal de Molledo (Cantabria), han declarado Bien de Interés Cultural etnográfico inmaterial una fiesta popular consolidada a lo largo de los años como una tradición ancestral, que se conoce como la Vijanera de Silió.

La Vijanera de Silió es un rito de despedida del Año Viejo y recepción del año que comienza, y en el que por medio de símbolos se expresan los deseos de cambio y de una vida mejor. Está protagonizada por varios jóvenes, los denominados Vijaneros, que portan diversas máscaras y su indumentaria recrea personajes diversos y complejos, representaciones animales, vegetales y humanas, integrando una comitiva en la que interaccionan componentes de la naturaleza y de la construcción cultural humana.

Esta fiesta me pareció muy especial y emocionante, por lo que no lo dudamos y decidimos acercarnos al pueblo de Molledo para participar en una fiesta tan singular, el único pero que nos podía detener era que necesitaba urgentemente adquirir unos pinceles para plasmar lo que allí nos encontráramos y es que me encanta pintar, pero en Internet encontré ArteSpray y como envían rápidamente a cualquier punto de España, lo cierto es que prácticamente no nos habíamos ni asentado en el hotel cuando ya estaba recibiendo mi pedido. Así que ya con mis pinceles y muchas ganas de empaparnos de la magia del lugar, nos pusimos en marcha para participar en La Vijanera de Silió, la cual se desarrolla en varios episodios:

  1. El toque de campanos. Entre las 6:30 y 7:00 de la mañana. Los muchachos más jóvenes recorren el pueblo para despertar a los vecinos y anunciarlos que comienza un día especial.
  2. La transformación. Entre las 7:00 y las 11:00 de la mañana. Los vijaneros se reúnen para iniciar su transformación, asumiendo durante todo el día el rol del personaje que encarnará, según su vestimenta. Los primeros que se preparan son los zamarracos, mientras tanto otros jóvenes lanzaran cohetes para iniciar el festejo, mientras recogen un par de burros que formaran parte de la comitiva.
  3. La salida, la unión y la cueva del oso. Entre las 11 y las 11:30. Una vez ataviados, los vijaneros realizan la salida del pueblo hasta el “prao del cruce de la Costona”, mientras los zamarracos, con su cuerpo cubierto de cencerros, despiertan al oso de su hibernación, que sale de la osera.
  4. La captura del oso. Hacia las 12 horas del mediodía. El oso asustado, ataca a los que lo rodean, siendo al final controlado, lo que representa la dominación de la naturaleza más próxima.
  5. La defensa de la raya. A las 12:30 horas. Los vijaneros unidos y con el oso apresado se dirigen al pueblo rodeados de una multitud de personajes como el danzarín blanco, el danzarín negro, el caballero, la pepa, la madama, el mancebo… en el pueblo los zamarracos se dividen en dos grupos que se encaran para defender sus límites. Y suena la pregunta ¿Qué queréis, guerra o paz? Las respuestas arrojan la palabra guerra, las dos primeras veces, para a la tercera pronunciar paz.
  6. Las coplas y el parto de la preñá. A las 13:00 horas. En el pueblo sobre un templete se cantan unas coplas satíricas, que hacen alusión a los hechos más comentados del año que se despide, tomando especial protagonismo el marido y la preñá.
  7. La muerte del oso. A las 14:00 horas. El oso encadenado y dominado por el amo, después de furiosos bramidos y zarpazos, cae al suelo abatido, lo que escenifica el vencimiento del mal y que una nueva vida se abre a la luz.
  8. La continuación de la celebración. A partir de las 14:00 horas. Los vijaneros alargan la fiesta hasta la caída de la noche, en medio del sonido de gaitas, panderetas y la entonación de canciones populares.

La gastronomía de Cantabria, otro de sus atractivos

En Cantabria no podemos dejar de degustar su exquisita gastronomía, en la que destacan platos tan típicos y reconocidos como el cocido montañés y el cocido lebaniego, las rabas, las anchoas de Santoña, el sorropotún, el solomillo de ternera al queso de Tresviso, el queso del Valle de Liébana, los sobaos pasiegos, la quesada…

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