Antes os hablábamos en otro de los apartados de esta página web acerca de uno de los mejores sitios que visitar en Barcelona si queremos tener un momento de relax y esparcimiento. Se trataba del Evasiom Spa. Pero está claro que este foro no está escrito solo para las mujeres que vivan en la Ciudad Condal, sino que está abierto a todo el mundo y también aquellos hombres que quieran conocernos mejor y saber cómo sorprendernos y darnos algún capricho. Y es que decíamos antes que para acudir al Evasiom Spa desde fuera de Barcelona lo mejor era directamente ir a pasar unos días a la ciudad catalana, donde hay muchas cosas que hacer para pasar unos buenos días de vacaciones, descanso y ocio. En este artículo os hablaremos del hotel Mercer de Barcelona, un lugar ideal para elegir como alojamiento durante vuestra visita a la ciudad mediterránea.
Y es que todo el mundo sabe que Barcelona tiene encanto en todos los sentidos, que allí podemos hacer todo tipo de actividades que nos llenen independientemente del estilo de vida que nos guste, ya que se trata de una urbe llena de oportunidades. Tanto la que os decíamos de relación en el centro estético y de relax como si somos amantes de la comida. En Cataluña están también alguno de los mejores restaurantes y chefs del país por todos conocidos donde poder tener una experiencia culinaria a disfrutar con todos los sentidos. Hace poco yo misma decidí acudir un fin de semana a esta ciudad atraída por lo bien que había oído hablar del establecimiento de uno de los presentadores del programa de cocina de La 1 Masterchef. Sin desperdicio.
Pero Barcelona es también mucho más que eso. Destaca por ejemplo, especialmente entre los turista extranjeros que vienen de los países más emergentes, por la que sería su propia milla de oro. Las boutiques lo saben y Barcelona se está convirtiendo en referencia dentro del sector del lujo, donde se abren cada vez más y más tiendas y especialmente destinadas a los bolsillos más generosos. Muchos son los habitantes de países como China o Rusia que vienen directamente a Barcelona no solo para hacer turismo, sino para disfrutar de las compras en un ambiente agradable y donde la climatología casi siempre acompaña.
Y Barcelona es, cómo no, arquitectura también. Si nos gusta o nos decantamos por el aspecto cultural de las urbes, Barcelona es una de esas de las que nunca defrauda. Más allá de la Sagrada Familia, de Antonio Gaudí, podemos encontrarnos con otras prodigiosas obras de este arquitecto repartidas por toda la ciudad. Ciudad que en sí es ya un gran referente del diseño por la distribución de sus calles en diagonales, dando una visión amplia y abierta de las mismas. Pasear por las Ramblas o por lugares como el puerto nos permite tener una experiencia increíble para la vista si disfrutamos de esta belleza y de su carácter cosmopolita.
Y en este sentido, hablando de arquitectura, podemos alojarnos en uno de los hoteles más bellos de toda la ciudad, el Mercer. Inaugurado en septiembre del año 2012, el Mercer Barcelona es un innovador hotel boutique de 28 habitaciones que apuesta por una extraordinaria combinación de valor patrimonial, diseño contemporáneo y un servicio de gran clase.
Entre bastiones romanos y arcos de la baja Edad Media, los huéspedes disfrutan de un entorno único en el corazón de Barrio Gótico de Barcelona, pensado para satisfacer su búsqueda de exclusividad y de experiencias singulares. El hotel ocupa un conjunto arquitectónico situado en la calle Lledó, sobre parte de la muralla de Barcino, la antigua ciudad romana. El edificio conserva restos de diferentes periodos históricos, desde el siglo I d. C. hasta el XIX, recuperados para mostrar y hacer sentir la historia de Barcelona. El proyecto de rehabilitación se encargó hace unos años al equipo del prestigioso arquitecto Rafael Moneo, premio Príncipe de Asturias del año 2012. Su trabajo ha permitido rescatar un valioso patrimonio arqueológico, integrarlo en una innovadora arquitectura actual y ganar para la ciudad un edificio que mira al futuro desde el respeto al pasado. La fachada medieval, que se ha mantenido prácticamente indemne al paso del tiempo, no hace intuir lo que nos encontraremos al traspasar el gran portón de madera maciza que recibe a los huéspedes y visitantes, un espacio amplio y luminoso franqueado por un muro cortina que preside el denominado Patio de los Naranjos. En este patio, caracterizado por los tres naranjos que le dan nombre y le aportan frescura, conviven arcos, balcones y ventanales que se han ido modificando a través de los siglos, y ofrece a los clientes un sitio ideal para desayunar, comer o tomar una copa.