Los muebles de madera son un clásico imprescindible en la decoración de nuestros hogares, podemos tenerlos en infinidad de estilos como clásico, rústico, colonial, moderno, provenzal… y acabados, desde los más actuales de líneas rectas y puras, hasta los más clásicos con molduras, dibujos e incrustaciones, pero todos, todos ellos tienen su encanto y un lugar especial en la decoración de la casa. El roble, nogal, cerezo o arce son las principales maderas con las que tradicionalmente se han elaborado los muebles de alta calidad, ya que son fuertes, robustas, duras y resisten bien el paso del tiempo e incluso si le dedicamos un mínimo de cuidados pueden llegar a durar muchos, muchísimos años, llegando a pasar incluso de generación a generación en perfecto estado.
Su principal enemigo es la polilla o carcoma de la madera, un pequeño insecto cuyo nombre científico es Hylotrupes Bajulus, causante de grandes daños en el mobiliario y la carpintería de construcción. Debido a que su alimentación es a base de madera, este insecto puede con el tiempo llegar a destruir por completo una pieza. Aunque al alimentarse emiten un sonido muy peculiar, a veces puede resultar inapreciable para el oído humano y además nos puede costar un poco identificarla, ya que siempre tiene predilección para su alimentación por la parte interna de las piezas de madera, sin embargo, deja siempre una huella infalible en su paso, el serrín resultado de la descomposición de la madera. Por todo ello, debemos combatir cuanto antes este insecto, el primer paso será sondear la profundidad de la madera con un punzón y ver el alcance del deterioro. En los puntos conflictivos se aplicará un producto anticarcoma de venta en tiendas especializadas. Sin embargo, en el caso de no poder controlar la plaga, lo mejor que podemos hacer es contar con la ayuda de Control Plag, una empresa formada profesionales expertos en control de plagas como desratización, fumigación de cucarachas, desinfección y tratamiento de depósitos de agua potable, legionella, desinfección de covid-19 y, por supuesto, en el tratamiento de la madera.
Algunos de los trucos caseros más utilizados para evitar que la polilla entre en la madera son:
- Proteger la madera barnizada con una mezcla de cera y aguarrás.
- Frotar los muebles con una bayeta empapada en aceite de laurel.
- Hervir un litro de cerveza junto con dos cucharadas de azúcar y otras dos cucharadas de cera de abeja, y aplicar el resultado de esta mezcla a la madera.
- Mezclar zumo de limón con aceite vegetal y aplicar esta mezcla a la madera.
- Aplicar aceite de linaza y cera líquida a la madera.
- En los muebles de nogal es importante aplicar cada cierto tiempo una pasada por todo el mueble de una bayeta empapada en leche.
- Colocar bolas de naftalina, conocidas como “bolas de la polilla” en esquinas de cajones y armarios, ya que las polillas no soportan su olor lo que hará que desaparezcan. Este es el clásico truco de las abuelas, pero muy efectivo.
- Colocar bolsas con hierbas aromáticas o hacer un popurrí con varias de ellas, ya que las polillas no soportan los olores fuertes de las mismas. Las plantas recomendadas son el romero, tomillo, laurel y en especial la lavanda, un antipolilla natural.
- Introducir cascaras de naranja y limón en pequeñas bolsas de tela y colocarlas en una esquina del armario. Además de ser un truco perfecto para alejar las polillas mantendremos nuestros armarios perfectamente perfumados, un 2 por 1.
Otros tipos de mobiliarios habituales
Otro tipo de mobiliario que también encontramos de forma habitual, aunque con distinta función o utilidad son los muebles de exterior, mesas, sillas, bancos que tenemos en el jardín para poder relajarnos, disfrutar del sol o del aire libre. Estos generalmente son de madera de teca, una madera tropical procedente del sudeste de Asia, África o América Latina, que por su alta durabilidad y excelentes propiedades lo convierten en un material muy apropiado para el exterior, puesto que se adapta a condiciones climáticas extremas, además posee una resina antiséptica que la hace resistente al ataque de diversos organismos, como las termitas o los hongos.
Tiene un agradable tono miel cuando está bien hidratada, sin embargo, pasado el tiempo si el ambiente no es húmedo adquiere un peculiar y característico tono grisáceo, que a muchas personas les encanta. Pero si no es tu caso y prefieres su color miel se debe tratar y barnizar la madera de teca con una mano de barniz de poliuretano o tratarla y frotarla con un aceite especial de teca y esperar a que lo absorba completamente antes de guardar el mobiliario hasta el próximo año.